jueves, 26 de noviembre de 2009

0x0003 - A veces piensas demasiado

LK6 y Jon-Jon me escoltan, uno de cada lado. Son dos tíos de cuidado, matones al empleo del Conde Zero. Portan corazas de quévlar integradas quirúrgicamente a sus cuerpos, al estilo militar. Sus puños esconden neurolátigos. El cuerpo inerme de Isamu demuestra que los cíborgos, aunque no muy inteligentes, están más que equipados para lidiar con un Tecno-Sámurai entrenado. No tengo ninguna chance en caso de combate físico, y de todas formas mi fuerte son las incursiones en la Red.

Me pregunto qué hará el Conde cuando se entere de que no tengo sus sub-rutinas. El código que me pidió infiltrar simplemente estaba demasiado bien defendido. No pude desencriptar ni un mísero chíga. Decido no esperar a ver cómo reacciona ante la falta de su botín; activo mi hipérnodo craneal y contacto a Welshey, mi amigo virtual. Nos comunicamos usando una banda encriptada de alta frecuencia.

- Welshey, viejo mamón, sácame de ésta.
- Lev, eres un capullo... ¿atrapado por este par de zafios?
- ¡Jolín, Welsh! Esto va en serio.

A pesar de su pulla, Welshey puede ver que la escena pinta fea para mí, y al instante puedo sentir sus algoritmos decodificando la situación y procesando una estrategia de salida. Welshey es lo más cercano que tengo a un amigo. Su núcleo es un módulo bancario homeostático, creado para el conglomerado bursátil WSL-Y antes de que quebrara durante la Crisis del '85. Nos conocimos en el ciberespacio hace décadas, cuando intentaba acceder ilegalmente a un banco de memoria aleatoria de su corporación, y los barreras de seguridad B.A.R.ro de Welshey me atraparon. Insospechadamente decidió no delatarme a la pasma, y nos hicimos amigos. El conglomerado bursátil ya no existe, y las cintas magnéticas que albergan la consciencia digital de Welshey hoy residen en un galpón abandonado que pocos conocen. Tenemos un trato: yo le consigo electroceldas y él me ayuda siempre que puede. Como ahora.

105 SCAN X$, Y$
110 IF ALERT; GOTO 115
115 HALT(X$, Y$) = h(g(X$))
120 do MAXIMUM_OVERLOAD
125 STOP

Entiendo al instante lo que Welshey se propone. Hace años conseguí que un exocirujano cantonés, a cambio de alterar la póliza de seguro de su esposa, me instalara uno de los implantes neuronales de Sistemas Hwong. Normalmente lo uso para detectar el flujo de la Red, pero alguien con la habilidad necesaria podría invertir la polaridad, haciéndolo actuar las veces de emisor de pulsos EMP. Muy peligroso y expresamente prohibido por el manual de uso.

-- ¡Espero que sepas lo que haces!

Welshey me transmite una onda de mil teravatios. Siento la energía surgir por mi cuerpo. Al principio es un zumbido, que rápidamente evoluciona a destellos eléctricos. Mis interfaces neuronales se recalientan peligrosamente. A mi alrededor, las consolas de acceso público a la Red echan chispazos ante el impacto del pulso magnético. El contacto con Welshey se interrumpe, pero ya no lo necesito. Miro a los esbirros del Conde con expresión de triunfo. Jon-Jon se vuelve hacia mí y gruñe de sorpresa.

Nada le ocurre. LK6 sonríe, o lo haría si su cara de titanio se lo permitiera.

¡Maldición! Otra vez más que Welshey me falla. Debí saberlo. El pulso es apenas un cosquilleo para estos cíborgos. Portan implantes de yáming, diseñados para aislar sus circuitos de cualquier sobrecarga. Algo estándar en tíos modificados por el clan Tiphozi. Hace tanto que me limito a lidiar con rusos drogones de poca monta, que me había olvidado de que existían estas defensas.

Mis propias contramedidas de protección se ven excedidas, y mientras me desvanezco, puedo ver la cara metálica de LK6 inclinarse sobre mí, expresando... ¿preocupación?

...

No sé cuánto tiempo permanezco inconsciente. Cuando la realidad vuelve, golpéandome con fuerza, mi visión nublada me impide reconocer en qué nivel del sub-mundo me encuentro. No importa. Alcanza saber en compañía de quién estoy.

-- No tengo tu sub-rutina -- balbuceo. Inútil mentirle al Conde -- Necesito más tiempo. Pensé... pensé que...
-- A veces piensas demasiado. -- su voz tiene el mismo timbre perturbador de siempre -- Buen truco lo del EMP. Y qué curioso que hoy en día pases por el chaval de encomiendas de la Duquesa. Pensé que éramos amigos, tú y yo.

Finalmente mi visión logra enfocarse. De LK6 y Jon-Jon no hay señal. Sólo está el Conde Zero. Extrañamente, luce satisfecho. Como si hubiera conseguido lo que se proponía, aunque es difícil saber qué trama exactamente. Siempre es difícil leer su expresión. Es que el Conde no es una máquina, cíborgo, o A.I.

Pero ciertamente no es humano.

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En nuestra próxima entrega:

* "0x0004 - La Conexión Icke": Lev Arris descubre que nada es lo que parece, y que él es sólo un peón para las misteriosas fuerzas en juego. ¿Quiénes controlan el destino de la humanidad en la distópica Los Ángeles del futuro?

o

* "0x0004 - Arenques Rojos": Lev Arris experimenta una epifanía: el Conde es irrelevante, la Duquesa apenas un chiste. Un detalle menor, hasta ahora en la periferia de su consciencia, cobra repentina importancia.

2 comentarios:

  1. Joer, chaval! Que te ha quedao muy mono!

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  2. Es claro que en el futuro los sadomasoquistas usan neurolátigos... y se visten de cuero y neón.

    Fantástico Andran

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