martes, 24 de noviembre de 2009

0x0002 - Nuevas Aduanas

No comprendo quién le puso el nombre a la estación Olimpo del sub-camino de Los Ángeles, un búnker de concreto y titanio reforzado que sobrevivió a la Cuarta Guerra Mundial. Se eleva apenas unos metros sobre la superficie y pasaría desapercibida si no fuera por los inmensos vídeo-anuncios que tiene encima: hipercola, software, tecnosexo, viajes por el Sistema Solar. Cada día pasan por Olimpo unas 5 millones de entidades, humanas y sintéticas, y al contrario de la morada divina, se interna en la corteza planetaria por cientos de metros. Sus moradores permanentes, más o menos 5 mil, son lo más alejado de la idea de un dios: refugiados, cíborgos esclavos, colonos que regresaron con las manos vacías y los órganos fritos, prostitutas.

Entro a un turbo-elevador y en cuestión de segundos está repleto. Isamu, el Tecno-Samurai que me acompaña, indica nuestro destino:

- Roku murasaki
- Domo arigato - se escucha por los altoparlantes.

Comenzamos a descender. Nivel 24 y la temperatura ya se eleva un poco. Nivel 57, líneas a New York y Houston, descienden neokrishnas en peregrinación diaria a sus centros espirituales. Nivel 81, las líneas suboceánicas a Sydney y Paris II, el calor me hace sudar y mi ropa apesta. Nivel 120, el último que pueden soportar los humanos sin nano-modificaciones, nuestra parada. Yo solía bajar hasta el nivel 150, pero años de silicona barata sobrecargó mis redes neuronales. Malditos rusos. Más allá del nivel 200 sólo verías androides que viajan entre los ordenadores centrales de la ciudad.

Un cartel anuncia que el siguiente tren magnético llegará en un par de minutos. Isamu ya decidió ignorarme y por el color de sus ojos sé que está proyectando en su retina simulaciones de combate con katana. Un adicto recostado en el andén balbucea algo ininteligible. Busco en mis bolsillos y le dejo un par de cápsulas. El neuro-código que contienen es mierda pura, pero es lo que puedo pagar y seguramente mejor que lo que él procesa habitualmente.

- Spasiva - me contesta.

Malditos rusos. De no haber perdido mi tiempo con el adicto hubiera visto qué había dejado a Isamu en el suelo moviéndose como un pez recién sacado del mar. Su armadura comandada por ordenador era capaz de ejecutar cortes de precisión en microsegundos, pero luego de un golpe EMP(1) era poco más que inútil. Inmediatamente tengo dos moles de metal a mi lado tomándome de los brazos.

- Sr Arris, el Conde Zero está un poco... impaciente. ¿Cuándo podrá tener las sub-rutinas que le compró? - me pregunta la bestia a mi izquierda con un refinado acento de noble inglés.

Por supuesto, yo no había cobrado un centavo. Casi nadie recibe plata del Conde Zero. Hacía un mes que mi suerte en el póker cantonés era tan mala que no me quedó más remedio que ofrecer mi trabajo. Aprendí hiperbásico a los 3 años, antes que el alemán o el español, y puedo codificar en octal mientras duermo, pero las sub-rutinas del Conde requieren precisión de al menos 3 megapíxeles. Y ciertamente las necesitaba con urgencia, de lo contrario no hubiera enviado un par Tiphozi -cíborgos de defensa, prácticamente ilegales- para que me lo recuerden.

- Sr Arris?

Zafarme era imposible, me arrancarían los brazos al instante. Tal vez podría sobre-estimular mi red neuronal, al fin y al cabo los cíborgos fueron humanos alguna vez. O podría pedirle ayuda a Lila...


(1) N del T: Pulso Electro Magnético, traducción del inglés Electromagnetic Pulse

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En nuestra próxima entrega:

  • "0x0003 - A veces piensas demasiado": Lev sobrecarga su red neuronal y su trato con el Conde Zero se ve alterado significativamente
  • "0x0003 - Hay 10 tipos de mujeres, las reales y las simuladas": Lev le pide ayuda a Lila descubre nuevas formas de placer y dolor.

3 comentarios:

  1. ¡Oh, dios! "Cíborgos". Los capítulos que escribieron son demasiado buenos, no sé si estaré a la altura...

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  2. Sigo yo, escribo mi capítulo hoy a la noche :)

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  3. Malditos engendros post-gibsonianos. Me devolvieron la avidez por leer que pocos autores (en primer lugar el padre del cyberpunk) me supieron insuflar! Los amo, los odio!

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